jueves, 3 de mayo de 2012

jueves, 19 de abril de 2012

VIOLENCIA DE GÉNERO VERSUS VIOLENCIA DOMÉSTICA

Cada vez que los medios de comunicación nos informan de que se ha producido algún tipo de violencia dentro de una pareja homosexual, más si se trata de un crimen, aparecen voces que piden que la Ley contra la Violencia de Género se extienda a estas parejas. Cada vez que esto ocurre hay que explicar lo evidente, que la violencia que se dé o pueda darse en parejas del mismo sexo no es violencia de género; podría ser violencia familiar y en su caso podría estudiarse la posibilidad de que una ley penalizara especialmente este tipo de violencia: la que se dé entre padres e hijos, entre parejas del mismo sexo o contra personas que vivan en el ámbito familiar. No parece, no obstante, que el número de casos por ahora requiera de una ley especial.

Aunque parezca superfluo no está de más recordar algo que a veces parece estar ausente de estas discusiones. A veces parece que por el hecho de no aplicarse la Ley contra la Violencia de Género un asesino de su pareja o expareja gay va a salir impune. El asesinato/homocidio es uno de los delitos con la pena más alta en cualquier Código Penal. Así que cualquier homicida de este tipo será juzgado como tal y condenado y pasará muchos años en la cárcel. Las penas que se aplican a estos delitos por lo general nos parecen suficientes o habría una discusión sobre el asunto, como la hay cuando se trata de menores o cuando concurren otras circunstancias. Así que lo que se pide aquí es aplicar el agravante que prevé la Ley en el caso de que el crimen sea de un hombre sobre una mujer con la que esté, o haya estado, relacionado sentimentalmente.

Aplicar esta ley no es posible porque en el caso de la violencia entre personas del mismo sexo, no hay diferente género. El género es una relación; el género es la relación específica que se da entre hombres y mujeres dentro de este sistema de desigualdad: es una relación histórica, social, simbólica, cultural etc. Esa desigualdad estructural no se da en las relaciones entre hombres o entre mujeres, aunque por supuesto todas las relaciones humanas, y más las sexoafectivas, incorporan o pueden incorporar, elementos individuales de poder o despoder; elementos que serán más o menos reprbables e incluso delictivos, pero que no configuran la sociedad entera ni sitúan a todos los gays y a todas las lesbianas en una determinada posición respecto a sus parejas, y relacionada con esta posición en una determinada posición social. Es decir, si un gay mantiene una relación de dominio respecto a su pareja, y esa relación acaba en un crimen o maltrato, esa relación particular no influye en las relaciones que mantengan todos los gays o todas las lesbianas.

Las leyes que castigan especialmente la violencia de los hombres sobre las mujeres, como la ley contra el feminicidio que se acaba de aprobar en México, castiga no sólo un crimen, sino que pretende ir a la raíz de un sistema que pone a los hombres (a todos) en una situación de poder sobre las mujeres, y contra un sistema cultural y simbólico fundado sobre la creencia de que las mujeres con las que los hombres mantienen relaciones sexuales y afectivas les pertenecen. Esto no es algo del pasado, las cifras de maltrato y asesinatos en el mundo rico lo demuestran. Si esa creencia no existiera, simplemente el número de asesinatos y la extensión del maltrato (palizas, humillaciones, torturas…) de hombres a mujeres sería el mismo, cuantitativa y cualitativamente, que el que inflingieran las mujeres a los hombres.

Los hombres matan y maltratan a las mujeres porque creen que están en su derecho de hacerlo y lo creen porque el sistema patriarcal les ha otorgado verdaderamente ese derecho. Ese derecho es aun una realidad tangible en una gran parte del mundo y hasta hace muy pocas décadas ese derecho era real también aquí mismo (recordemos que un hombre que mataba a una mujer infiel no era castigado de ninguna manera, era su derecho). Los hombres matan a las mujeres porque el valor de estas está relacionado con las relaciones que mantengan o no con los hombres, porque ellas son depositarias de valores que afectan a la masculinidad de los hombres o al honor de la tribu, de la familia, porque sus vidas tienen así un valor de intercambio simbólico, porque sus vidas valen menos o porque el valor de las mismas no tiene que ver con ellas mismas sino con factores culturales externos a ellas; en definitiva, porque las vidas de las mujeres no siempre son de ellas. Nada de esto se pone en funcionamiento cuando se trata de violencia en el seno de una pareja homosexual donde sólo cuenta lo individual, por malo que sea, pero no lo estructural que es precisamente, lo que la Ley contra la Violencia de Género intenta combatir.

http://www.ciudaddemujeres.com/articulos/Nuevo-articulo,384
Martes 2 de agosto de 2011, por Beatriz Gimeno Reinoso

jueves, 22 de marzo de 2012

El imán de Terrassa criticó que las leyes protejan a las mujeres y a los niños

"Esta tierra está dotada de unas leyes contrarias a las leyes islámicas. Estas leyes protegen... ¿a quién protegen? Protegen a la mujer, lo que se hace llamar los derechos de la mujer”. Así arranca parte del discurso claramente discriminatorio del imán de Terrassa, Abdeslam Laarusi, del viernes 20 de enero, grabado por los Mossos d’Esquadra. La fiscalía ha hecho pública la querella contra el líder religioso, al que acusa de incitar al odio y a la violencia contra la mujer después de analizar fragmentos de su discurso. “Y si, hermanos, con este método [aislando a la mujer] no se soluciona el conflicto, tienes que acudir a los golpes”, manifestó el imán.

La policía catalana registró dos intervenciones del líder religioso en la mezquita de Terrassa, una de las más grandes de Cataluña. El primer día, el viernes 16 de diciembre, Laarusi animó a sus fieles, unas 1.500 personas, mayoritariamente hombres y niños, a castigar a la esposa que “no obedece” y “se rebela”, dejándola “sola en el lecho”, “negándole las relaciones sexuales”, según recoge la querella. Y si eso no funciona, recomienda la violencia física “No afees, no golpees en la cara, no hagas correr la sangre”, pedía. Los golpes, “una práctica tolerable”, tienen “que ser discretos, que nadie sepa de ellos fuera de la vida conyugal”.

La fiscalía abrió una investigación contra el imán a principios de marzo y entonces ya trascendió que el líder religioso animaba a pegar con un bastón pequeño a la mujer. En las partes más relevantes del discurso que esgrime el Ministerio Público, Laarusi arremete contra las mujeres con empleo. “Hoy en día, una de las causas del divorcio es que la mujer sale a la calle a trabajar y se convierte en una mujer independiente, con su propia cuenta bancaria”, reproduce la fiscalía. Una esposa “que tiene trabajo y dinero” exige al hombre “trabajar también en casa, como preparar la comida y lavar la ropa, y esto conlleva una ruptura y el conflicto entre el hombre y la mujer”, sigue. Además, asegura, le “mira con desprecio” y deja a los “niños sin educación”.

Laarusi critica también que la ley permita a las mujeres pedir ayuda. “Puede llamar a la policía y hacer que acudan a su casa y así amenazar a su padre, a su madre [...]con el castigo, un castigo carcelario”. O un “castigo educativo” que da “libertad” a las jóvenes para salir hasta altas horas, beber alcohol y llevar chicos a casa, lamenta. Pero todos deben saber, según el líder, que “el día del juicio final” no habrá “nadie que les pueda cubrir”, [...]“se tendrá en cuenta la fe, la buena obra, la obediencia al marido y la obediencia a los padres”.

Al conocerse la acusación contra el imán de Terrassa, las asociaciones islámicas de la ciudad corrieron a defender su inocencia y pusieron en duda que el hombre hubiese pronunciado semejantes discursos. Citado por los Mossos d’Esquadra para que se explicase, el líder religioso se negó a declarar. La Comunidad de Mujeres Musulmanas de Terrassa aseguró que nunca se sintieron “menospreciadas ni discriminadas” por el imán, que sigue en la mezquita de la ciudad.

La fiscalía destaca en su querella la importancia del líder en la comunidad islámica, donde ejerce de “guía espiritual” y consejero en situaciones de la vida cotidiana. Le acusa de “incitar a la violencia física y psíquica contra la mujer” otorgando al hombre una “posición de absoluta superioridad y de control sobre la mujer, discordante con el principio de igualdad”.

Rebeca Carranco . EL PAÍS. 22/3/2012

lunes, 19 de marzo de 2012

Adele en la era del 'pornopop'

Por: Ricardo de Querol | 19 de marzo de 2012. (EL PAÍS)


Nadie juzgaría a Cristiano Ronaldo por sus discursos, aunque una vez cada año y medio le obliguen a ponerse ante un micro; Amancio Ortega no llegó a rico por su glamour sino por el de la ropa que vende a todo el planeta; nadie menosprecia la obra de Picasso porque era calvo, huraño y cruel con los suyos; no quita mérito al Nobel Cela su envergadura corporal ni sus salidas de tono; no le hacían falta a Cervantes dos manos funcionales para escribir El Quijote. Se valora a las figuras públicas por su obra, por lo que destacan, por su especialidad, que es lo que aportan a la sociedad, y no por sus imperfecciones, que pueden ser muchas o pocas según se mire, pero casi siempre irrelevantes. Pero ciertas mujeres que tienen éxito, sobre todo en el mundo del espectáculo, cargan con la obligación adicional de responder a un perfil estético muy determinado. Y a veces tienen que escuchar alguna grosería.

Adele, de apellido Adkins, es un fenómeno popular y un elemento extraño en un panorama musical dominado por el pornopop, como bautizó Diego Manrique a la generación de divas que explotan con descaro su sensualidad. Esta chica londinense lo que explota es su conmovedora voz para el soul. Teniendo 19 y 21 años firmó dos discos que la han lanzado al estrellato, con los que ha batido récords de ventas en el Reino Unido, de permanencia en las listas de éxitos y de premios Grammy. Pero las estrellas de la música pop británicas son, sobre todo, celebrities, pasto de la prensa amarilla. Hay demasiados focos sobre lo que menos interesa de ella. Su voz suena así:



Pero el currículum de Adele fue resumido así por Karl Lagerfeld, el diseñador de Chanel: "Está un poco gorda. Pero tiene una cara bonita y una voz divina". Es decir, que lo primero que pensó de ella es "a little too fat", y solo en tercer lugar que canta bien. La comparó con otra artista más esbelta, Lana del Rey, de la que destacó que como cantante "no está mal" pero da más imagen de "cantante moderna". Curioso baremo. Adele respondió así: "No me interesa estar flaca. Nunca quise parecerme a las modelos de portada de revista. Represento a la mayoría de las mujeres y estoy orgullosa de ello".

¿Una persona normal que canta como los ángeles? No: en primer lugar una cantante excepcional que, por lo demás, encaja en un tipo bastante extendido de mujer. Que no es el de las pasarelas de Chanel.

La polémica no pertenece a la crónica rosa. Hablamos de cómo ve la sociedad y la industria a una profesional debido a su aspecto o su talla, y de cómo las críticas llegan desde un sector, el de la moda, sospechoso de haber convertido la extrema delgadez en referente para muchas chicas condenadas a la frustración. Lagerfeld (el "diseñador bocazas", en expresión de Xavi Sancho) hizo su declaración sobre las formas de Adele después de haber perdido él mismo, mediante una dieta extrema, más de 30 kilos, es decir, que él también estaba "un poco demasiado gordo", como ahora dice con la fe del converso. "Casi no como nada", dijo sobre su nuevo estilo de vida.

Acusado de fomentar la anorexia en las pasarelas, el diseñador de origen alemán dijo en 2009: "Nadie quiere ver a mujeres con curvas. Ya tenemos a esas madres gordas sentadas ante la tele con bolsas de patatas fritas diciendo que las modelos delgadas son feas". En aquel año dirigió sus dardos contra la modelo Heidi Klum, de la que dijo que tenía "demasiado peso" y "mucho busto" para la pasarela. Juzguen en la foto si es así.

Menos mal que el mundo del pop no apuesta por la delgadez insana como la moda. Lo suyo son chicas de curvas más obvias, tacones infinitos, encajes, poses provocativas y mucha carne a la vista. Escribió esto Manrique, el crítico musical de referencia en este país, en su blog: "Desde que Madonna legitimó la explotación de la sexualidad en un contexto post-feminista, las llamadas divas usan su cuerpo como reclamo, como alarde de poder. (...) La presión competitiva o la vocación empujan a las cantantes a convertirse en sex bombs, a comportarse como tales. (...) El error consiste en valorarlas puramente como cantantes de pop. No, mire: son vedettes. Artistas de teatro musical, que destacan sus formas. Reinas de la picardía, los dobles sentidos, la belleza insolente. (...) Vedettes tan universales que actúan privadamente para la familia Gadafi, los oligarcas rusos o los jeques petroleros. Cuando se descubre a quién ofrecen su 'arte', ponen carita de pena: 'somos…¡tan inocentes!”. Sarcástico Manrique.

Madonna es, pues, la fundadora de ese pornopop hoy dominante en las radiofórmulas y en la MTV, lo que no quita que sea una artista respetada y de extrema profesionalidad. Y en el pasado fue imagen del Chanel de Lagerfeld. Pero no dudó en salir en defensa de Adele cuando escuchó al modisto: "Es horrible, ridículo, lo más ridículo que he oído. Adele tiene un gran talento y cuánto pese no tiene nada que ver con esto", afirmó. Lagerfeld se vio obligado a rectificar y a decir que, cómo no, se sacó de contexto su comentario. "Soy el primer admirador de Adele. Es una chica muy guapa. Es la mejor".

Nada nuevo bajo el sol. El Reino Unido es uno de los países donde más se ha estudiado el "tiro al gordo", como llamó Walter Oppenheimer a la fobia social, animada desde los medios, contra el sobrepeso, señalado como enfermedad, como señal de una vida de vicios y como una carga para el Estado. Ya escribí en este blog sobre los excesos del culto a la belleza cuando murió la guapísima Elisabeth Taylor. No seremos tan ingenuos como para defender que el atractivo físico no cuente nada en el show business. Cuenta y mucho en los escenarios, en el cine, en la televisión, obviamente en las pasarelas. ¿Solo en esos terrenos? Se ha publicado un polémico libro, Capital erótico (Debate), que sostiene que la mujer debe exprimir sus escantos para triunfar en el mundo laboral, que para conseguir un buen empleo hay que ir a la peluquería y a la zapatería, hacerse la manicura y gastar en maquillaje.

"La gente guapa puede ganar de un 10% a un 15% más que las personas de aspecto normal", defiende su autora, Catherine Hakim, de la London School of Economics, entrevistada en La Vanguardia. "Dado que funciona, debería usarse sin sentimiento de culpa, y es un potencial que no depende de la clase social". Así dicho, suena crudo. Indigna a mucha gente. Tiene algo de verdad.

Adele, mientras tanto, sigue triunfando en lo que sabe hacer mejor, que es emocionar a su público con su timbre de voz y su música, lo que no ha impedido aparecer con todo el glamour en la portada de Vogue. El mundo de la ópera sabe desde hace siglos que las mejores voces no tienen que encontrarse en los cuerpos más estilizados. A ver quién canta como Montserrat Caballé, y cómo criticar el físico que aloja esa portentosa voz. No todas van a ser Shakiras. Entre las artistas que Adele cita como sus grandes influencias figura Etta James, grandísima voz del blues y el jazz, fallecida el pasado enero. Seguro que también se metían con ella. Seguro que también le daba igual. Seguro que será recordada por lo que la hacía genial

miércoles, 7 de marzo de 2012

5.500 euros menos al año por ser mujer

La brecha salarial entre hombres y mujeres sigue siendo grande. La retribución que ellas reciben es, de media, un 22% menor. O de manera más gráfica: ganan, de media, 5.500 euros menos; y para cobrar lo mismo deberían trabajar 80 días más al año. Las retribuciones complementarias (pluses, beneficios…), que los hombres perciben en mayor medida, la mayor concentración de las mujeres en los empleos con salarios más bajos y en contratos de jornada reducida ahondan estas desigualdades. La grieta entre las retribuciones de unos y otros –uno de los indicativos más claros de la discriminación-- se ha reducido en los últimos años. En 2006 la diferencia era de un 26,3%; un 4,3% mayor que en 2009 (último año del que hay datos) según muestra un informe de UGT hecho público hoy que analiza las cifras del INE. La reducción, sin embargo, no se debe a que las condiciones de ellas hayan mejorado sino a que las de los hombres han empeorado. El desempleo masculino –que creció al ritmo que se desinflaba la burbuja inmobiliaria—y la reducción de los salarios más altos empequeñecen la brecha pero no terminan con la desigualdad.


María R. Sahuquillo Madrid 22 FEB 2012 . EL PAÍS

lunes, 23 de enero de 2012

CONCURSO DE ANUNCIOS SEXISTAS

Bienvenidos al blog AEQUITAS2. Si ya has encontrado un anuncio con connotaciones sexistas, solo tienes que pinchar en Comentarios e insertar el link. Además, debes hacer un comentario sobre el vídeo o foto que hayas colgado.

El vídeo ganador será enviado al Observatorio de Publicidad No Sexista, del Instituto Andaluz de la Mujer. Con ello, denunciaremos el anuncio y lucharemos porque anuncios de esta índole vayan desapareciendo.
Gracias por vuestra colaboración.